A todo el mundo le acaba pasando. Un día su empresa es la encarnación de la vanguardia, pero al cabo de unos años -o incluso meses- su equipo lucha por mantenerse a la altura de la competencia.
Es un problema que no se resuelve simplemente trabajando más o recortando costes, sino que requiere introspección y reinvención. Aunque el objetivo final de algunas industrias pueda seguir siendo el mismo durante años, el "cómo" del juego cambiará casi con toda seguridad.
Todos los sectores acaban quedando obsoletos. Los estudios de casos han demostrado sistemáticamente que la potencia informática se ha duplicado cada año desde 1965 y, dado el ritmo exponencial de progreso de la tecnología, la ventana de relevancia es cada vez más estrecha.
Aunque este ciclo no tiene cura ni escapatoria, el caos ofrece oportunidades. Siguiendo algunos pasos sensatos, puede dar a su empresa la puesta a punto que necesita para forjar con confianza un camino hacia la próxima era.
Antes de comprometerse a realizar ningún movimiento importante, adopte una visión objetiva de su sector en la situación actual. Considérelo una especie de inventario de los últimos 10 o 20 años sin ponderar su posición personal ni sus deseos.
No es el momento de apegos sentimentales ni de estrategias continuistas arraigadas en la mera costumbre o la facilidad. Es el momento de recopilar todo lo que puedas del pasado al presente e investigar tendencias y nuevas prácticas como si la vida de tu empresa dependiera de ello.
Identifique lo que se ha mantenido constante durante más de unos años y lo que es casi seguro que desaparecerá pronto. En muchos sectores está claro que tendencias como los equipos virtuales son el futuro, pero eso no significa necesariamente que haya que tomar medidas drásticas de inmediato. Considere todas las opciones que existen, identifique las que se adaptan a su empresa e intégrelas de forma natural.
Para algunas tendencias, los datos y el veredicto están decididos. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la mano de obra remota ha crecido un 80% en la última década. Cuando la escritura en la pared es así de legible, es el momento de empezar a posicionar su negocio para un pivote. Aunque un cambio sustancial en el modelo de negocio pueda incomodarle en un principio, la ola de cambio está llegando.
Hoy en día no hay industria que pueda permitirse dormirse en los laureles demasiado tiempo. Lee el salón de tu sector con paciencia e imparcialidad; cuando creas que has absorbido suficiente información, mueve ficha.
Una vez que tenga los datos en la mano, es hora de reducir las opciones y comprometerse. Aunque puede resultar tentador hacer una revisión drástica de toda la empresa, se trata de una medida desesperada que podría acabar haciendo más mal que bien. Empiece poco a poco, despliegue su nueva estrategia gradualmente y, si se demuestra su eficacia, conviértala en la nueva norma.
Aidan McClean, Consejero Delegado de UFODRIVE, la única plataforma de alquiler de vehículos eléctricos que opera en Europa, comparte esta opinión. En un reciente intercambio de correos electrónicos, McClean escribía: "Para dar un nuevo giro a viejas industrias, hay que estar dispuesto a cuestionar lo que hace tiempo que está ampliamente aceptado. Cualquier modelo operativo del siglo XXI tiene que ser algo fluido, pero cuando se establece una estrategia, debe ir seguida de una ejecución implacable. Es una mentalidad que requiere un compromiso total y absoluto por parte del empresario. No reinventamos la rueda; simplemente nos comprometimos a hacer las cosas de forma diferente a los demás; a menudo, eso es todo lo que se necesita".
Cuando encuentre el ángulo o el nicho en el que está seguro de tener ventaja, no lo dude. Dedica suficientes recursos a la estrategia acordada y dale suficiente margen para que prospere.
Si no hace un seguimiento de los resultados y recopila datos como si fueran oro, ninguno de los pasos anteriores tendrá mucha importancia. Tomar el pulso a tu negocio siempre ha sido importante, pero ahora es vital seguir las tendencias y adaptarse a ellas en tiempo real.
Establezca indicadores clave de rendimiento, objetivos y plazos claros, compartidos y conocidos por todo su equipo. Vea dónde puede trazar una línea clara de causalidad entre su nueva estrategia y los resultados, en lugar de una mera correlación estacional o aleatoria. Sin mediciones objetivas, incluso las estrategias sólidas pueden fracasar y provocar frustración cuando no está claro si están funcionando.
Tener un umbral de éxito medible es importante. Del mismo modo que fue imparcial a la hora de decidir qué viejas prácticas sería mejor dejar atrás, si todos los indicios apuntan a que su nueva estrategia no funciona, puede que sea el momento de tirar del enchufe. Intentar algo nuevo conlleva un riesgo inherente, y es mejor no detenerse.
Hacer un seguimiento y adaptarse a los auges y las crisis ya no es sólo una práctica saludable, ahora es casi innegociable cuando se trata de renovar un modelo de negocio para el futuro.
Puede que no sea un pensamiento reconfortante, pero lo cierto es que la línea de meta ya no existe para muchos en el mundo empresarial. Se pueden establecer ciertos puntos de referencia para el éxito, pero una vez alcanzados, estos objetivos suelen cambiar o aumentar de escala.
Si antes la tecnología servía a las empresas como una mera herramienta, ahora se ha producido un cambio de tendencia, en el que casi todas las industrias están al albur de las tendencias tecnológicas masivas. Ninguna industria está aislada, y solo a través de la investigación y el perfeccionamiento casi constantes podrá mantener su negocio no solo sobreviviendo, sino prosperando.
Si quieres sobrevivir, no te molestes en preguntar cuándo se detendrán los cambios. Los modelos de negocio antiguos e ineficaces se están quedando en el camino más rápido que nunca, y los que están dispuestos a adaptarse y crecer ya están cosechando los frutos.
Para leer el artículo completo, visite: https://www.entrepreneur.com/article/354666
A todo el mundo le acaba pasando. Un día su empresa es la encarnación de la vanguardia, pero al cabo de unos años -o incluso meses- su equipo lucha por mantenerse a la altura de la competencia.
Es un problema que no se resuelve simplemente trabajando más o recortando costes, sino que requiere introspección y reinvención. Aunque el objetivo final de algunas industrias pueda seguir siendo el mismo durante años, el "cómo" del juego cambiará casi con toda seguridad.
Todos los sectores acaban quedando obsoletos. Los estudios de casos han demostrado sistemáticamente que la potencia informática se ha duplicado cada año desde 1965 y, dado el ritmo exponencial de progreso de la tecnología, la ventana de relevancia es cada vez más estrecha.
Aunque este ciclo no tiene cura ni escapatoria, el caos ofrece oportunidades. Siguiendo algunos pasos sensatos, puede dar a su empresa la puesta a punto que necesita para forjar con confianza un camino hacia la próxima era.
Antes de comprometerse a realizar ningún movimiento importante, adopte una visión objetiva de su sector en la situación actual. Considérelo una especie de inventario de los últimos 10 o 20 años sin ponderar su posición personal ni sus deseos.
No es el momento de apegos sentimentales ni de estrategias continuistas arraigadas en la mera costumbre o la facilidad. Es el momento de recopilar todo lo que puedas del pasado al presente e investigar tendencias y nuevas prácticas como si la vida de tu empresa dependiera de ello.
Identifique lo que se ha mantenido constante durante más de unos años y lo que es casi seguro que desaparecerá pronto. En muchos sectores está claro que tendencias como los equipos virtuales son el futuro, pero eso no significa necesariamente que haya que tomar medidas drásticas de inmediato. Considere todas las opciones que existen, identifique las que se adaptan a su empresa e intégrelas de forma natural.
Para algunas tendencias, los datos y el veredicto están decididos. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la mano de obra remota ha crecido un 80% en la última década. Cuando la escritura en la pared es así de legible, es el momento de empezar a posicionar su negocio para un pivote. Aunque un cambio sustancial en el modelo de negocio pueda incomodarle en un principio, la ola de cambio está llegando.
Hoy en día no hay industria que pueda permitirse dormirse en los laureles demasiado tiempo. Lee el salón de tu sector con paciencia e imparcialidad; cuando creas que has absorbido suficiente información, mueve ficha.
Una vez que tenga los datos en la mano, es hora de reducir las opciones y comprometerse. Aunque puede resultar tentador hacer una revisión drástica de toda la empresa, se trata de una medida desesperada que podría acabar haciendo más mal que bien. Empiece poco a poco, despliegue su nueva estrategia gradualmente y, si se demuestra su eficacia, conviértala en la nueva norma.
Aidan McClean, Consejero Delegado de UFODRIVE, la única plataforma de alquiler de vehículos eléctricos que opera en Europa, comparte esta opinión. En un reciente intercambio de correos electrónicos, McClean escribía: "Para dar un nuevo giro a viejas industrias, hay que estar dispuesto a cuestionar lo que hace tiempo que está ampliamente aceptado. Cualquier modelo operativo del siglo XXI tiene que ser algo fluido, pero cuando se establece una estrategia, debe ir seguida de una ejecución implacable. Es una mentalidad que requiere un compromiso total y absoluto por parte del empresario. No reinventamos la rueda; simplemente nos comprometimos a hacer las cosas de forma diferente a los demás; a menudo, eso es todo lo que se necesita".
Cuando encuentre el ángulo o el nicho en el que está seguro de tener ventaja, no lo dude. Dedica suficientes recursos a la estrategia acordada y dale suficiente margen para que prospere.
Si no hace un seguimiento de los resultados y recopila datos como si fueran oro, ninguno de los pasos anteriores tendrá mucha importancia. Tomar el pulso a tu negocio siempre ha sido importante, pero ahora es vital seguir las tendencias y adaptarse a ellas en tiempo real.
Establezca indicadores clave de rendimiento, objetivos y plazos claros, compartidos y conocidos por todo su equipo. Vea dónde puede trazar una línea clara de causalidad entre su nueva estrategia y los resultados, en lugar de una mera correlación estacional o aleatoria. Sin mediciones objetivas, incluso las estrategias sólidas pueden fracasar y provocar frustración cuando no está claro si están funcionando.
Tener un umbral de éxito medible es importante. Del mismo modo que fue imparcial a la hora de decidir qué viejas prácticas sería mejor dejar atrás, si todos los indicios apuntan a que su nueva estrategia no funciona, puede que sea el momento de tirar del enchufe. Intentar algo nuevo conlleva un riesgo inherente, y es mejor no detenerse.
Hacer un seguimiento y adaptarse a los auges y las crisis ya no es sólo una práctica saludable, ahora es casi innegociable cuando se trata de renovar un modelo de negocio para el futuro.
Puede que no sea un pensamiento reconfortante, pero lo cierto es que la línea de meta ya no existe para muchos en el mundo empresarial. Se pueden establecer ciertos puntos de referencia para el éxito, pero una vez alcanzados, estos objetivos suelen cambiar o aumentar de escala.
Si antes la tecnología servía a las empresas como una mera herramienta, ahora se ha producido un cambio de tendencia, en el que casi todas las industrias están al albur de las tendencias tecnológicas masivas. Ninguna industria está aislada, y solo a través de la investigación y el perfeccionamiento casi constantes podrá mantener su negocio no solo sobreviviendo, sino prosperando.
Si quieres sobrevivir, no te molestes en preguntar cuándo se detendrán los cambios. Los modelos de negocio antiguos e ineficaces se están quedando en el camino más rápido que nunca, y los que están dispuestos a adaptarse y crecer ya están cosechando los frutos.
Para leer el artículo completo, visite: https://www.entrepreneur.com/article/354666